sábado, 29 de enero de 2011

Llueve sobre la ciudad

Anoche llovió toda la noche, incluso truenos y relámpagos asomaron por la ciudad...por eso me sorprendió que te aparecieras por mi casa diciendo que venías a  conversar, (aunque sabíamos que la última vez terminamos peleando y nos odiamos durante dos semanas completas...)

Bajé a abrirte la puerta y, porque eres todo lo estúpidamente impredecible que podrías ser, me agarraste de un ala y me sacaste, sin paraguas, a la plaza- tenemos que mojarnos un poco- claro, pensé yo,  porque nos encanta la sensación de la lluvia en la cara, porque somos como dos estúpidos que creen un poco en los símbolos chantas... y todo, probablemente, debe ser culpa de Hollywood...


Nos metimos en la casa, te preparé un té porque venías empapado y pensé que era una bonita manera de pedirte disculpas por la última vez... cogiste la taza entre temblores, te pregunté si querías ropa seca y le pedimos ropa a Javi, mi compañero, nos reímos de lo estrecha que te quedaba su ropa, pero fuiste a darle las gracias... entonces supe que ya estábamos bien...


Hoy en la mañana salí a pasear porque el día estaba soleado y ya no tenía sueño... pensé que tenías razón cuando me dijiste que aquí podemos llover todo lo que queramos de lunes a viernes pero que los fines de semana eran necesariamente de sol, como si hubiera un pacto secreto, pero no tan secreto... cuando volví- trayendo en una mano una bolsa con fruta, mientras con la otra hacía malabares para traerme un bidón de 8 litros con agua (nunca tomar el agua que sale de la llave en Barcelona y alrededores, recuérdalo siempre) y sostener fuerte la cuerda del perro- me asomé y vi que seguías durmiendo, y parecías un niño pequeño y pensé en despertarte para que saliéramos porque el día estaba tan bonito, había tanto sol que quería hacernos el desayuno y comer en la terraza mientras terminábamos la conversación que empezábamos bajo la lluvia.

Pero te dejé durmiendo, sabía que estabas cansado (¿cómo no estarlo?) porque estuviste toda la semana entre libros rastreando una palabra tras otra... y me reí mientras te miraba, pensé en todo lo catalán que te vuelves sin serlo en lo absoluto...

Volví a salir, fui a leer a un parque... volví a hacernos el almuerzo, temí no encontrarte pero ahí estabas haciéndonos el arroz... te volteaste para decirme: ¡esto es todo lo que sé! Te toca a ti hacer el acompañamiento y yo dije que acompañar era una de mis vocaciones...

Arroz con pavo a la soja... tomar té, disfrutar de la soledad de esta casa vacía salvo por nosotros, tú trabajando entre palabras, yo leyendo las de otro para poder encontrar las mías... sin música de fondo, sin más que la tranquilidad de un sábado por la tarde...

Hasta que vuelve a llover con fuerza pero hay sol, son las 5 entonces me voy corriendo a la terraza a buscar el arcoiris (me gustan tanto, me recuerdan recuerdos veraniegos) te grité para que vinieras, nos volvimos a mojar bajo la lluvia y pensé, estúpidamente, en el eterno retorno, en el momento cuando el círculo se encuentra a sí mismo y nos contiene en su interior... y pensé que estaba bien... que no podía ser más que esto... que tener expectativas es siempre lo que impide disfrutar... y me desilusioné un poco porque no estaba el arcoiris y pensé en que también eso podía ser un símbolo...

Tú corriste al salón, te asomaste por el balcón y me gritaste con todas tus fuerzas "¡el arcoiris está aquí!"  aparecí, lo vi y - movida por el impulso más fuerte de estos días- te abracé fuerte y no me dijiste nada... (salvo cuando nos despedimos antes de navidad, nunca antes nos habíamos abrazado,  y para ser sinceros ese abrazo navideño fue una formalidad), pero esta vez también tú me abrazaste y entendí que, por esta vez, estábamos haciendo una tregua...
jugábamos como siempre en el parque, cuando tras un movimiento en falso te caíste al suelo... como somos una suerte de "monos porfiados" apenas me di cuenta que estuviste en el suelo... seguimos jugando y llegó tu madre, te preguntó si estabas bien y recién ahí te pusiste a llorar.

jueves, 20 de enero de 2011

La travesura del día

No sé si les comenté que para ir a la oficina (sí, de repente tengo como 35...) tengo que subir una cuesta muy pronunciada, porque a esa altura  (en Mira-sol) Sant Cugat está, literalmente, entre cerros.... como sea...

El asunto es que hoy, yéndome de la oficina a la universidad (¡esta vida mía por dios!), tomé una de esas decisiones importantes de la vida que tienes que tomar en fracción de segundos porque después lo alcanzaste a pensar mejor y te arrepentiste...

Primero, miré en todas las direcciones: nada; segundo, verifiqué la existencia de la tecnología necesaria en mi muñeca derecha: perfecto; tercero, cogí los colets y me hice los dos cachos altos de rigor; cuarto, volví a mirar para todos lados...

Y me lancé cuesta abajo corriendo con los brazos extendidos hacia atrás (una posición, según yo, muchísimo más aerodinámica y segura que ir con el cuerpo hacia adelante... aunque ¡claro! ya habrán adivinado que se la copié a Aralé, quien a su vez se la robó a Gokú ¿o no se la robó? no creo, porque a los dos los dibujó Toriyama, sería más bien una especie de hipertextualidad ¿no? en fin...).

¿Se acuerdan de lo que se siente correr así cuesta abajo? ¿de esa incapacidad de frenar las piernas, se acuerdan?  ¿de creer que en cualquier momento te irás de hocico al suelo? A mí se me había olvidado un poco la verdad. Hacía un rato que no ejercía el cultivo de este arte sobre esta superficie (como si se tratara de un abierto de tenis), seguí practicando esta disciplina en pasto y arena con- modestia aparte- resultados sobresalientes, pero en cemento hacía mucho que no lo intentaba. Tal vez  se deba a que iba poco a Valpo (cuando vuelva iré/iremos más ¿si?) y en Santiago no solía ir a los lugares con grandes pendientes (también iré/iremos más ¿ya?)...

Retomo...bajé corriendo cuesta abajo con los brazos abiertos ahogada de tanta risa, porque se me metía mucho aire en la boca y más risa me daba y menos podía controlarlo... al terminar el descenso hay que hacer una pequeña curva... la hice tratando de disminuir, infructuosamente, la velocidad; estaba en la faena de controlar mis piernas que insistían en no obedecerme, cuando me encuentro frente a frente con una mujer y sus dos niños pequeños. Los niños y yo nos reímos sacándonos las lenguas  y la mujer sonrió con una de esas posturas de boca que se parecen más a una mueca que a una sonrisa, pero como a mí, hace mucho que dejó de importarme lo que piensan las personas en la calle, me fui riendo con más ganas. Me abroché el abrigo. Me fui corriendo para tratar de alcanzar  el tren que ya empezaba a asomarse por el  andén.

martes, 18 de enero de 2011

cuestión de honor

últimamente me ha dado por escuchar la radio Beethoven  mientras trabajo...  no sé bien porqué la verdad, pero es un hecho que yo con la música docta me concentro un montón...

Lo que quería contarles es que mientras escucho la radio en cuestión, a veces "Sonda" me invita a poner  aprueba mi memoria auditiva... (les explico,  es un "jueguito" de la radio que consiste en que te ponen un fragmento de una obra "conocida" y tú tienes que adivinar cuál es el título y  quién es el autor del fragmento). La cosa es que siempre ponen un pedacito como de 30 segundos después hacen un silencio como de 3 y aparece la voz de locutor diciendo: "¡efectivamente! se trata de la sinfonía número bla bla bla"... y claro! uno se siente como una estúpida porque muy probablemente no le achuntaste...

Por eso lo que pasó hoy rompió todo pronóstico... acerté en el jueguito de "Sonda" y cuando la voz, nada expresiva del locutor (quien no sé por qué se me ocurre que es el desaparecido Patricio Bañados... ¿se acuerdan del programa "El mirador", ese que tenía a ese hombre subiendo una escalera que no daba a ninguna parte como logo? bueno... el conductor de ese programa). Nunca antes había adivinado el nombre correcto, siempre me equivocaba en el número del movimiento o cosas así, pero hoy acerté y no se les ocurre lo puerilmente orgullosa que me siento de eso.

lunes, 17 de enero de 2011

permítanme una mamonería

 
Aquí hay UN PAR  de versos, a mi gusto, brutales... Hagamos un concurso... ¿Quién adivina cuál es ese par?

Besos

PS: el premio es en euros... poquitos eso sí...

domingo, 16 de enero de 2011

el tiempo

pasa demasiado de prisa cuando uno crece...
¿se acuerdan de que cuando éramos niños las vacaciones de verano eran una eternidad sin ver a los amigos del colegio? ojalá también les haya pasado a ustedes y yo no sea la única que sentía que los años eran tan maravillosamente laaaaaargos.

Hace dos días atrás cumplí mi tercer mes en Barcelona y apenas lo he notado... el día antes me junté con un chico (que es un poco mayor que yo y es de "nuestro rubro") y me decía que él apenas había notado cuando cumplió los 30... y que tiene la idea de que la percepción del tiempo se hace exponencialmente más rápida a medida que pasan los años... él decía que tenía la impresión de que ahora hacemos la mayoría  de las cosas como rutinas y que por eso no percibimos el paso y el peso del tiempo, que cuando éramos niños todo lo que hacíamos era como si lo hiciéramos por primera vez y todo era más importante, porque era nuevo, porque era distinto a lo de ayer y etc. etc....

Yo no sé si el tiene razón o no. Lo que sí sé es que una vez ya tuve 80 años, que  hoy  tengo 24 y en unos meses tendré 7... y está bien, porque a fin de cuentas soy una puta cabra chica a la que sí le pesa el tiempo... y se da cuenta de qué hace y qué no hace y se promete que aunque haga por rutina tratará de ser consciente de esa rutina y de disfrutarla porque, mal que mal, es una niña a la que le gusta tener muchas cosas bajo control....

martes, 11 de enero de 2011

el regalo

de los reyes magos me sorprendió muchísimo. Primero, porque ellos y yo no nos conocíamos de nada, nadie me los presentó, ni mucho menos sabía que tendría que darles un balde con agua para sus camellos para que ellos me dieran algún obsequio a cambio; segundo, se suponía que de venir lo harían el 6 y recién ayer  (10) se aparecieron por mi puerta- aunque si se trata de ser justa, el sábado en la noche me avisaron que tenían algo para mí-. Lo que me regalaron fue una novela y un disco.
Me contaron (mientras los camellos bebían ávidamente el agua)  que me regalaban esta novela porque sucedía en mi barrio, para que yo pudiera hacerme una idea de los sucesos mágicos que podrían tener lugar entre mis calles... eso sí, se lamentaban traérmela en castellano porque se perdía un poco la musicalidad del catalán, pero después de revisar minuciosamente la edición consideraron que en castellano no estaba del todo mal, incluso se tomaron la molestia de dedicármela...
Lo del disco fue un tremendo "failed", me dio mucha pena porque se ve que el disco les pertenecía a ellos (a Melchor quizás, se me ocurre que es el tipo de música que le gusta a él) en fin... mi computador tiene mala la unidad óptica así que no está reproduciendo nada de nada... para no hacer sufrir a Melchor- quien, repito, es muy probable que haya sido el autor intelectual de este regalo- busqué las canciones del disco en grooveshark (las maravillas de la tecnología) y lo escuché completo.... una vez que terminé de oírlo confirmé que el catalán es una lengua muy musical y si la acompañas con guitarras, bajos, contrabajos, melódicas, ukeleles y una que otra traversa, la cosa se vuelve exquisita... por suerte me enteré algo de lo que decían las letras, porque los reyes tuvieron la deferencia de darme un disco original con el librito de las letras y todo... así comprobé que las letras eran tanto o más brutales que la música... ahí fue cuando me asusté un poco....
Me dio un poco de miedo que los reyes me dieran regalos que sabían que me gustarían mucho mucho... me preocupó estarme volviendo predecible....no, creo que lo que me da pánico es que me esté volviendo diáfana para ellos. Por suerte sé que no estaré aquí la próxima vez que se aparezcan por la ciudad



sábado, 8 de enero de 2011

Dame cinco  minutos para explicártelo- no, quizás ni necesito tanto tiempo, puede que en dos sea capaz de condensarlo todo para ti- sí, uno estará bien, comienzo: la situación nunca ha sido del todo complicada (salvo las veces en que he querido yo mismo enrarecerlo todo), la verdad no soy capaz de imaginármelo del modo fácil, entonces lo enmaraño para así poder sentir la tranquilidad del caos que ya me es costumbre. Sí, la situación no era difícil: era yo quien no podía soportar el peso de su simpleza.

jueves, 6 de enero de 2011

dominicales

Ayer me bajé de la estación del tren, me dirigí a buscar una bici en el bicing, no había... resignación aparte me dispuse a caminar a paso lento- total iba a casa sin hambre ni sueño- por la Gran de Gracia cuando, sin sospecharlo siquiera, tres proyectiles impactan mi cara. En busca de sangre, asustada,  me toco el rostro y nada de nada, miró al suelo y ahí estan los delincuentes: tres dulces envueltos en coloridos celofanes...

 ¿Qué onda?: "cabalgata de reyes" una suerte de desfile popular en que los niños de los barrios se disfrazan de reyes magos, viejos pascueros, árboles, camellos y demases engendros navideños y se pasean por las calles sobre carros alegóricos... es una fiesta que reúne familias completas, abuelitas y nietos lanzándose dulces, madres recolectando chuches para sus niños que aún no pueden retenerlos entre los dedos.

Así es este barrio, un barrio familiar en el que conozco al almacenero y me pregunta cómo va todo, me habla de su familia, yo le digo que la mía está lejos... me cruzo con el señor del bar de abajo y me sonríe; me topo con la abuelita del centro de tai chi y me da bendiciones.... saco a pasear a la perra y me encuentro con todos sus amigos del club perruno y claro, con ellos a sus amos...paseo en bicicleta hasta la playa escuchando la música más mamona del mundo, me siento en una plaza a leer y me cago de frío, vuelvo a mi casa; me tomo un colacao, me tiro en el sofá, veo una peli, me llama Joan y quedamos para pasear... un par de cervezas, sus risas locas, él que entiende la mitad de mi chileno y yo la mitad de su catalán, terminamos metiéndonos en el único cine en Cataluña que pasa las películas en versiones originales subtituladas... descubrí que mi inglés no andaba del todo mal, pero mi lectura rápida de catalán está fatal...  nos despedimos él camina hacia su plaza, yo hacia la mía y pienso que fue un buen domingo.