martes, 11 de enero de 2011

el regalo

de los reyes magos me sorprendió muchísimo. Primero, porque ellos y yo no nos conocíamos de nada, nadie me los presentó, ni mucho menos sabía que tendría que darles un balde con agua para sus camellos para que ellos me dieran algún obsequio a cambio; segundo, se suponía que de venir lo harían el 6 y recién ayer  (10) se aparecieron por mi puerta- aunque si se trata de ser justa, el sábado en la noche me avisaron que tenían algo para mí-. Lo que me regalaron fue una novela y un disco.
Me contaron (mientras los camellos bebían ávidamente el agua)  que me regalaban esta novela porque sucedía en mi barrio, para que yo pudiera hacerme una idea de los sucesos mágicos que podrían tener lugar entre mis calles... eso sí, se lamentaban traérmela en castellano porque se perdía un poco la musicalidad del catalán, pero después de revisar minuciosamente la edición consideraron que en castellano no estaba del todo mal, incluso se tomaron la molestia de dedicármela...
Lo del disco fue un tremendo "failed", me dio mucha pena porque se ve que el disco les pertenecía a ellos (a Melchor quizás, se me ocurre que es el tipo de música que le gusta a él) en fin... mi computador tiene mala la unidad óptica así que no está reproduciendo nada de nada... para no hacer sufrir a Melchor- quien, repito, es muy probable que haya sido el autor intelectual de este regalo- busqué las canciones del disco en grooveshark (las maravillas de la tecnología) y lo escuché completo.... una vez que terminé de oírlo confirmé que el catalán es una lengua muy musical y si la acompañas con guitarras, bajos, contrabajos, melódicas, ukeleles y una que otra traversa, la cosa se vuelve exquisita... por suerte me enteré algo de lo que decían las letras, porque los reyes tuvieron la deferencia de darme un disco original con el librito de las letras y todo... así comprobé que las letras eran tanto o más brutales que la música... ahí fue cuando me asusté un poco....
Me dio un poco de miedo que los reyes me dieran regalos que sabían que me gustarían mucho mucho... me preocupó estarme volviendo predecible....no, creo que lo que me da pánico es que me esté volviendo diáfana para ellos. Por suerte sé que no estaré aquí la próxima vez que se aparezcan por la ciudad



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