De tanta rabia parida tú me preguntas el origen
y no sé bien si decir: la rabia, la injustica, la miseria.
De tanta desolación a cuestas tú vienes y me preguntas el motivo
y no sé bien si decir: la cobardía, el desamparo, la frustración.
De tanta honda tristeza tú me miras y me interrogas la causa
y no sé bien si decir: el flagelo, la devastación, la impotencia.
De tanta aflicción entre los párpados tú vienes y de cerca me miras
y no sé bien si decir o dejar de hacerlo
y hacerte un espacio aquí entre mis brazos
hasta sentir que esta oquedad, de pronto, se rebasa de ti.
Me gusta harto.
ResponderEliminarEs a propósito que la rabia es el origen de la rabia? me gusta que sea así, pero no se i tu lo querías así.