es necesario a veces, a modo de terapia digo yo...
Hoy fui a la peluquería y me senté en esas sillas (que suelen ser muy incómodas) para que me lavaran el pelo... y ¡sorpresa! salían de la silla unos rodillitos que te hacían masajes en la espalda mientras te lavaban el pelo (juro que iré de nuevo aunque me quede calva de tanto ir a cortarme el pelo...) y me mimé un rato... me cortaron el pelo y llegué a mi casa a "hacerme las uñas" (por eso sí que no pago un puto peso o euro o la weá que sea) y pensé- pienso que no hay nada mejor que hacer este viernes por la noche que peinarme el pelo nuevo, pintarme las uñas y salir a llamar a la Camila, porque me muero de ganas por escucharla...
El otro dia me corté el pelo en la peluquería de caballeros de flip.
ResponderEliminarY si, es la raja. Después de 2 rapados, y miles de cortes de pelo de parte de gente no calificada, olvidaba como te toca una peluquera.
Te quiero mucho.
Qué genial, uno se relaja cuando va a la peluquería :) es que es tan genial que te toquen el pelo :D
ResponderEliminarMe acuerdo que me dijiste que tus uñas te importan mucho y siempre te miraba esas uñas de colores locos cuando nos encontramos en el rush-hour de Santiago o cuando me ayudabas con esa maldite falda.
ResponderEliminarYo por mi parte mucho no puedo relajarme en la peluquería porque sé que soy una chica que casi nunca va porque tiene miedo que se lo corten demasiado, pero si me gusta cuando te lavan el pelo y se escucha casi nada por tener la espuma casi en las orejas, como si escuchara correr el agua desde el interior de mi conducto auditivo..