son terriblemente admirables...
No lo digo sólo porque sean aguerridas y constantes luchadoras, lo digo porque siempre han sabido enarbolar su sonrisa como argumento para enfrentar las dificultades de sus vidas. No importan cuántas veces la situación se vuelva insostenible, ellas siempre tendrán a flor de labios una palabra de aliento, sabrán contenerte entre sus brazos cálidos y sentirás que nada puede ser tan terrible. Esas mujeres me han enseñado cuan incondicionales pueden llegar a ser ellas y su cariño, no importa cuántas sean las veces que yerres mientras aprendas la lección, no importa cuántas barbaridades puedas hacer, siempre y cuando seas capaz de actuar con humildad ante el fracaso. A todas las mujeres de mi vida: la más eterna de las gratitudes, el más sincero de los amores y la más franca admiración.
Las mías son terribles... incluso las que más amo.
ResponderEliminary yo soy una de esas!?
ResponderEliminarLas mujeres y los hombres de mi vida son casi iguales.
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