viernes, 2 de diciembre de 2011

Así, como cuando tienes ganas de despertarte te todas un café. Así, así mismo yo decido ir a echarme la siesta.

martes, 22 de noviembre de 2011

A veces yo me pregunto porqué, en general, no se piensa en la literatura como arte... Lo digo, por ejemplo, porque cuando le preguntas a cualquiera cuáles son las artes es súper probable que responda: la pintura, la música, la danza, la escultura, el teatro (¡antes el teatro que la literatura!)... Sólo cuando tú le preguntes ¿y la literatura? Te dirá: "¡Claro, la literatura también es un arte!" (o algo por el estilo).
Eso es lo que me parece extraño: que en la concepción del inconsciente colectivo la literatura no emerja inmediatamente como una de las artes.
¿Será porque el material con que se moldea este arte es compartido por tantos otros? ¿Tendrá que ver con que hay tantos escritores mediocres? (en la pintura, por ejemplo, también los hay y la pintura sigue siendo considerada colectivamente como "arte") ¿Tiene que ver con que, potencialmente, cualquiera puede escribir?
Claramente, la literatura pudiera ser la más democrática de las artes (en el sentido en que, virtualmente, todos los alfabetizados podrían dedicarse a ella) y creo que precisamente bajo la exclusión "inconsciente" de la literatura como una de las artes subyace una concepción ¿elitista? ¿conservadora? ¿clasista? de las artes, entiéndase: considerar el arte como algo que no puede ser "hecho" por cualquiera. Un campo al que sólo pueden acceder los "talentosos", los "iluminados", los "elegidos".
 

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cruzó la calle mirándole a los ojos. Él parece que se sintió intimidado porque apuró el paso.
Ya en la misma acera lo seguía con discreción, como haciendo ver que estaba preocupado de sus cosas. El otro, de tanto en tanto, se volteaba secretamente para corroborar que su perseguidor seguía ahí. A ratos sus pasos  parecían encontrar el mismo ritmo, caminaban así unos metros, después uno de los dos perdía el compás.
No podría asegurar que fueran dos desconocidos, tampoco que estuvieran tramando algo juntos. Seguían en un andar tenso que enrarecía el ambiente.
Llegando al fin de la cuadra, repentinamente decidió acercarse hasta reducir al máximo de lo conveniente la distancia que los separaba. No sabría decir si le dijo o no algo al oído cuando lo rebasó. Lo que sí sé es que cruzó la calle, se detuvo en la esquina una fracción de segundo, se volteó y caminó con paso desenfadado mientras el otro, en la acera contraria, lo mira alejarse en la oscuridad de la noche.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Viajar en micro un sábado por la mañana

La gente es poco gente estos días y eso es un problema social mayúsculo... Veamos, que a todos nos cagan por todos lados, pero no por eso tenemos que andar con cara de culo por la vida. Por ejemplo hoy, que es sábado,  a mí me toca despertarme a las 7:45 para estar a las 10:00 en la otra punta de la ciudad en una biblioteca a la que, probablemente, nadie asistirá. De veras que preferiría quedarme en la cama leyendo algo entrete o estar vegetando simplemente, pero no puedo porque me tengo que levantar para ir al trabajo un sábado.
Si eso es un hecho, si tendré que hacerlo mientras este trabajo dure, no puedo mas que tratar (en la medida de lo posible) de tomármelo con humor... que vamos... tampoco se trata de que me suba a la micro con la risa a flor de labios... pero al menos, hoy  le sonreí a la señora que conmigo casi se cae cuando la micro hizo un viraje brusco. 
Cuando digo que la gente es poco gente por estos días, me refiero a que ves a pendejos tranquilamente sentados en la micro cuando, parada a su lado, está una señora mayor con bolsas; me refiero a los señores que  en la micro se entretienen empujándote o sobando contra tus hombros (cuando vas sentada, claro) sus partes más íntimas. Me refiero a que cuando alguien entra en la biblioteca me mira pero no me saluda y se sorprende cuando yo lo hago (como si fuera una agresión terrible). Me refiero a la sorpresa que se dibuja en el rostro de la señora del aseo cuando le pregunto cómo ha estado y la escucho más de lo que marca la convención social.
De todas maneras, aunque la gente sea menos gente que hasta hace algún tiempo, aún se pueden entrever los resabios de aquellos tiempos. Cosas como un zangoloteo brusco de la micro, un jefe malhumorado, una señora mayor a la que no le dan el asiento, son cosas que al parecer conectan miradas, dejan escapar esbozos de sonrisas, forman un segundo de complicidad entre personas que no se conocen y no lo harán nunca. Descuidos como esos son los que aún me llevan a creer en que por muy agarrados de los cojones que nos tengan, siempre tendremos una parcela de poder sobre la que somos completamente soberanos.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Ir al estadio

El martes 13 de septiembre cogí el metro en dirección "seguir a la gente con la camiseta de FCB"... así lo hice y hasta ahí todo era como siempre: el tráfico vehicular cortado; pacos en la calle dirigiendo el tránsito; hinchas en peregrinación desde todas las direcciones posibles; gente vendiendo souvenirs futboleros y la emoción de ir a ver en el campo al equipo de tus amores.
Con miedo (quizás pudor sea la palabra más exacta) acerqué las credenciales que muy amablemente me habían prestado; las acerqué al lector con la vista fija en el guardia que vigilaba que todo estuviera en orden y con paso firme me dirigí hacia las gradas.
Debo confesar que el Camp Nou es re distinto a cualquier otro estadio en el que yo haya estado antes: es más grande que cualquier otro, mucho más imponente, te hace sentir vulnerabilidad y la emoción ante la promesa de un tremendo partido.
Mientras subía las escaleras sentía esa emoción que imagino han de sentir las novias cuando caminan hacia el altar: un nerviosismo tremendo y una alegría inmensa que se mezclan haciéndole creer a una que no será capaz de soportar la magnitud de aquello a lo que estás a punto de enfrentarse; ese preguntarse ¿merezco yo ser partícipe de esta experiencia? ¿estaré a la altura de esta situación? (nota mental: preguntas para hacerme mientras camine hacia un altar teniendo la intención de dar un sí o un no... ¡quién sabe!).
El asunto es que encontré mi asiento y saludé a los familiares de quien me había dejado la entrada para ese partido. Para mi sorpresa las gradas se llenaban de familias... de abuelitos con sus nietos, parejas de todas las edades, razas, sexo, religiones... y también había muchas mujeres que, como yo, habían ido solas a ver lo que prometía ser un "partidazo"(porque mal que mal se trataba del primer partido de la "Champs" en el Camp Nou).
Quienes hayan ido al estadio aquí en Chile sabrán tan bien como yo que cuando uno logra sentarse (si es que lo consigue) se levanta de inmediato... aquí vemos los partidos de pie, pues o nos paramos para reclamar la falta de criterio del árbitro (remarcar la cercanía entre "árbitro","arbitrio" y "arbitrario")  o nos alzamos en los aires tras un paradón que creíamos un gol inminente, una posición adelantada inexistente, un penal no cobrado o un gol de antología (esto solía pasarnos hace algún tiempo a nosotros los  colocolinos). Sea como sea no nos sentamos más que en el entretiempo y ahí porque hay que: comerse el sangurucho que logramos filtrar (la comida es cara adentro), fumarse lo que queda del cigarro que no tocamos en el 1° tiempo (estuvimos gritando 25 de los 45 minutos) y comentar con los partners los momentos más álgidos del partido, ya sea las situaciones de gol, los penales no (o mal) cobrados, las tarjetas dudosas, las entradas muy fuertes dentro del área, las manos "casuales", etc.
Si nosotros aquí no nos sentamos, en el Camp Nou fue lo primero que hice. Me senté cruzada de piernas  como toda una dama y me dispuse, tranquilamente, a esperar que comenzara el partido.
La gente se movía tranquilamente de un lado para el otro, buscaban sus locaciones, conversaban con los de las filas de más a bajo o más arriba, se preguntaban por la vida, por cómo iba todo... era como una reunión familiar, pero con esos parientes lejanos que uno no ve más que en los funerales. Y de hecho las conversaciones se hacían con un nivel tan prudente de decibeles que recordaba al máximo que se permite en un funeral (para los que no estén familiarizados el máximo ronda entre el susurro y el pelambre de fiesta). No como aquí que uno, si llegara a encontrarse con alguien conocido (como si eso pudiera pasar) tiene que hablar "a grito pela'o", porque los cabros están todo el rato cantando algún himno o alguna rima graciosa que le menta la madre a la hinchada contraria. Además, a nosotros no nos interesa ir a hacer vida social al estadio. Para nosotros se trata de otra cosa... de ir a gritar nuestras frustraciones: las peleas con la eñora; el jefe que no lo deja de webiar a uno; los micreros que no te paran; la bencina que volvió a subir y un largo etcétera que se le acumula a uno a lo largo de los días, las semanas, los meses y que sólo se puede purgar gritando como si te llevara el diablo, como si la catarsis ficticia y momentánea nos liberara verdaderamente, como si ese gol anulado fuera un problema real...
No, allá tampoco se grita... o al menos no se hizo en el partido al que yo asistí. Me senté. No grité. Nadie se enojó realmente cuando, en el segundo 34, el Milan marcó el primer gol. Nadie tampoco bajó corriendo por las gradas cuando se empató. Nadie mantuvo el grito de gol por más de tres segundos.Pude escuchar las indicaciones que Guardiola le daba a Messi y cómo el otro respondía en un catalán bien porteño.
Quizás me demoré muchas líneas en decir lo que quiero... y eso que quiero decir es que ver ESTE partido, en ESE estadio, jugándose en AQUEL césped (con esa apariencia "algodonesca"  que les atribuimos a las nubes cuando somos niños) y con SEMEJANTES jugadores no me provocó más que añoranzas...
Extrañé nuestro fútbol interrumpido, pinchanguero. Quise ver a nuetsros futbolistas profesionales que no lo son tanto... que corren con más huevos que con estado físico... quise ver a un Calule Meléndez quitándole con la cabeza la pelota a los pies del rival... ansiaba ver ese fútbol que se apasiona... ese que no entiende del "fair play" porque la cosa es mucho más que un trabajo... A ver... que sí... que ver a Messi, Iniesta y Villa (por nombrar algunos) es un lujo estético y táctico... que ese fútbol rápido y fluido es como "El Lago de los cisnes"... y sí, es como un ballet... porque si bien te emocionas mientras estás en el teatro, cuando sales sigues siendo el mismo insensible de siempre. Y es a eso, precisamente, a lo que apunto... puede que nuestro fútbol no sea como ese nunca, puede que nuestros estadios no conmuevan como los de allá, puede que nuestros jugadores no sean tan profesionales como los vuestros... Pero, al menos, para nosotros el fútbol es una cuestión pasional... algo que nos permite sobrellevar la miseria cotidiana... una pequeña alegría cuando tenemos el agua hasta el cuello... el fútbol es para nosotros ese algo que nos permite conectarnos con nuestras emociones más primigenias... un gol bien hecho nos provoca un grito sincero, un abrazo fraterno con alguien que ni siquiera conocemos, una sensación de pertenencia en una comunidad de hermanos.

martes, 16 de agosto de 2011

Del acontecer nacional


Desde afuera las cosas se ven distintas, supongo, a como están siendo realmente. Las imágenes que yo veo en los medios de comunicación (los que yo reviso) se relacionan con la comunión de un grupo de gente en pos de decir basta, de dejar de temer, de abolir (o al menos comenzar a hacerlo) ese cansancio y desidia que tenemos pegada al cuerpo en estos tiempos.

Es verdad que no he experimentado esos tiempos que otros recuerdan como el terror de salir a la calle, la angustia de que desaparecieran amigos y familiares. Pero sí (y creo que no debemos perderlo de vista) he vivido y vivo, en el tiempo en que sabes que algo está mal, pero no sabes muy bien qué es lo que es. Un tiempo en que la violencia simbólica se materializa y es tanto o más violenta e invasora que esa en la que podías reconocer, claramente, qué o quién era el enemigo contra el que volcarse. 

Soy parte de una generación de abúlicos por aburrimiento, porque son tantos los estímulos que te pierdes en distracciones vacías de motivación alguna. Pertenezco a este momento histórico en que pareciera que todo está bien, pero nada lo está realmente. Formo parte de un colectivo de personas que no saben muy bien para dónde ni por dónde han de llegar a materializar sus deseos o expectativas.  Sé que deseamos mucho, pero que nada deseamos realmente, que nos perdemos en fuegos fatuos y que olvidamos rápidamente.

Por ahí se dice que el deseo no pervive a su satisfacción y es lógico que sea así ¿cómo podría ser de otra manera?  Desear es para satisfacer, es el móvil que impulsa determinadas acciones. Quizás el problema no sea el deseo en sí mismo sino el origen de su naturaleza.  Últimamente nos han hecho desear desde la necesidad impuesta desde afuera, hay quienes se dedican a crear deseos y necesidades donde no las había antes. Quizás si  hacemos el ejercicio de acordamos realmente de qué era eso que nosotros, desde la intimidad de nuestra individualidad deseábamos originalmente, puede que las cosas adquieran un poco más de sentido. Puede que si nos sinceramos cada uno consigo mismo dejemos de percibirnos como islas y nos transformemos en archipiélagos reunidos por deseos en común.  Creo que recobrando nuestros deseos originales nos sea más sencillo permanecer fieles a ellos y que esto se traduzca en autodisciplina y acción.

Quiero creer que la gente que está movilizándose y manifestándose por estos días en Chile está siguiendo el deseo (la necesidad incluso) de un cambio social profundo, uno que recupere la noción de comunidad, la libertad de expresión, la discusión como fuente de crecimiento y aprendizaje social.

miércoles, 27 de julio de 2011

La maravilla de las etimologías...

Recordar: volver a pasar por el corazón.

y sí, nunca más cierto.

verbalizar

amar
como la arena al mar
gozar
como el ave su trinar
agradecer
como la hoja cuando otoño su caer
pertenecer
como la música al aire recorrer
sentir
como el agua en la ventana diluir
reír
como el vapor de la tetera huir
vivir
como manso el fuego por extinguir

lunes, 25 de julio de 2011

una buena razón

escribir se me está dando mal y poco. No siempre ha sido así, he tenido momentos de gran producción escrita, aunque principalmente siempre se trata de cosas malas, pero al menos producía. No sé qué me tiene tan poco prolífera, parece que no me equivocaba tanto cuando les decía a mis alumnos que cuando uno es realmente feliz no tiene ganas de sentarse a escribir, sino más bien tienes ganas de disfrutar al máximo de esa felicidad que lo ocupa todo.

jueves, 21 de julio de 2011

el descubrimiento de una nueva felicidad

saber que los que quieres son  o están felices es un calorcito en la panza que lo llena todo en este momento.
Soy y estoy feliz, no sé si tanto por ustedes, sino por mí, porque nos hemos conocido y porque forman parte de mi vida.

viernes, 15 de julio de 2011

escrito de a dos, a destiempo

¿qué harás?
¿qué sentirás?
¿me habrás pensado?
todos acertijos son.
Tu risa.
Nuestros cantos.
Rodeo tu imagen con todos mis cansados sueños,
te me desdibujas en el recuerdo.
¡vénte a mi mundo!
¡súmate a mi esperanza!
hasta que al fin esto sea cierto.

martes, 12 de julio de 2011

Los designios de Fito

"Tu amor abrió una herida porque todo lo que te hace bien siempre te hace mal
tu amor cambió mi vida como un rayo para siempre para lo que fue y será
lo que fue y será"... Canta Fito Paéz en mi reproductor mp3 mientras camino paseando un perro que no es mío por unas calles de las que con mucha timidez me he venido apropiado hace un tiempo.
El "Passeig de Sant Joan" es similar a alguna calle de Santiago que yo aún no conozco, pero seguro que tiene un símil en la chilena capital, seguro.
Como España es un país súper viejo (el segundo en longevidad después de Japón) está lleno de parejas de ancianitos (la mayoría de las veces felices) paseando de la mano.
 Entonces es cuando me pregunto- porque vamos... es una pregunta sumamente válida- serán éstas sus ¿segundas, terceras nupcias? Porque no me imagino a nadie que, llevando más de cuarenta años de matrimonio, pueda aún pasear con tanta alegría del brazo de su pareja un martes cualquiera, mientras jóvenes ambiciosos y solitarios prefieren llevar pendiendo de sus manos las correas de fieles perros que no pueden reírse, pero que al menos, les mueven las colas al llegar a sus casas.

viernes, 24 de junio de 2011

Texto de contracubierta

Aquí les dejo el texto de la contracubierta del libro que estoy editando como proyecto de máster. Se trata de una colección de crónica sobre las capitales de países latinoamericanos, escritas por autores latinos jóvenes residentes en España. Se los dejo para que me digan qué les parece y cuáles son los puntos perfectibles que tiene. Espero sus comentarios más descarnados...  


Puede que vivamos, geográficamente hablando, en la misma ciudad; pero lo más probable es que la ciudad que a diario experimentas sea muy distinta de la que vivo yo, porque finalmente una ciudad tiene tantas versiones como cada una de las personas que la habitan, la transitan, la hacen suya en el cotidiano.
Esta es Caracas. Puede que no la conozcas, puede que ya tengas una idea de ella, puede que algún día quieras visitarla, puede que también tú vengas desde allí y discrepes conmigo, puede que te inventes una propia, puede que sueñes una ideal, puede que imagines otras posibles o puede que, simplemente, te quedes con esta versión de Caracas.

lunes, 20 de junio de 2011

El granizo de Viena


Así fue la cosa... en cuestión de quince minutitos el cielo se nubló, comenzó a llover y de repente empenzó a caer esto del cielo... cosas vienesas, supongo.

viernes, 17 de junio de 2011

7 june, Wien. Airport.

“just” dice su remerita blanca con una dorada paloma de parte matrimonial justo debajo de la esquina derecha de la “t” que impresa en Georgia o en comic sans o en alguna de esas tipografías con -¿senefas? ¿serifas? ¿cómo era que se llamaban esos arabescos en las letras?)- con esos rizos tan monos en los bordes que le declaran al mundo que “just” que él “just”… Cuando llega la chica que sonriente se coloca a su costado todo adquiere un poco más de sentido (o al menos el absurdo se hace explícito), todo lo clarifica el “married” que con sus trazos firmes y decididos se deja leer en su versión femenina de aquella remerita blanca.
Me pregunto de quién habrá sido la idea. Lo pregunto porque más allá de parecerme una cursilería de dimensiones estratosféricas, más allá del hartazgo de tanta melosidad, me imagino… no, sé que ese tipo de ideas- hagámonos una par de poleras que digan “just married” y usémoslas toda la luna de miel- es una de esas ideas unilaterales que una parte engendra y, la otra, más por falta de comunicación o sumisión extrema, se dedica a asumir más estúpida que estoicamente.  
Imagino que fue idea de ella (…y sí, otra razón más para agregar a mi lista de “por qué no me gustan las mujeres”). Incluso más, podría asegurar su cara de felicidad cuando vio a ese pobre cachorro de hombre (que ahora tiene por marido) probándose su camiseta blanca con la sonrisa complaciente de ¿te gusta mi amor? Dibujándose forzada en sus labios.
Me la imagino decidiendo a diario cada una de las pequeñas elecciones cotidianas de su marido: desde la cantidad de cucharadas de azúcar en el café hasta la corbata que llevará durante toda la jornada. Me la imagino feliz sabiendo que ha subyugado a ese extremo la voluntad de otro ser humano. Incluso se felicitará porque le habrá hecho creer que ha sido él quien ha decidido, desde su libre albedrío, barbaridades como la de las camisetas “just married” y un sinfín de otras pequeñeces.
Así será ella quien decidirá cuántos hijos tendrán, a qué colegios irán, elegirá también (es obvio) el color de las cortinas, el florero de la mesa de centro,  el juego de toallas del baño de invitados, el color del cristal de las copas de vino… hasta que un día él decida abrir  la puerta (es misma puerta que ella encargó a  un ebanista  de Florencia) y salir airoso de esa casa cogido de la mano de una que le pregunte todas las mañanas: ¿Querrás té o café, mi amor?

miércoles, 1 de junio de 2011

intento #2

De tanta rabia parida tú me preguntas el origen
y no sé bien si decir: la rabia, la injustica, la miseria.
De tanta desolación a cuestas tú vienes y me preguntas el motivo
y no sé bien si decir: la cobardía, el desamparo, la frustración.
De tanta honda tristeza tú me miras y me interrogas la causa
y no sé bien si decir: el flagelo, la devastación, la impotencia.
De tanta aflicción entre los párpados tú vienes y de cerca me miras
y no sé bien si decir o dejar de hacerlo
y hacerte un espacio aquí entre mis brazos
hasta sentir que esta oquedad, de pronto, se rebasa de ti.

sábado, 28 de mayo de 2011

Este amor es como un fuego que lo arrasa todo. Es algo que no puedes ni puedo controlar, un incendio terrible que se forja en el centro de tu pecho y el mío, en ese espacio insoslayable que nos distancia, pero que este fuego pareciera consumir hasta extinguirlo. Le dijo mirándola con ardor en las pupilas. No lo comprendo entonces- susurró ella con desolación- si este amor es como tú lo describes ya nada tiene mucho sentido...¿cómo podríamos tú y yo construir nuestro hogar sobre semejantes llamas?

Las cosas se complican

cuando él tiene razón y, efectivamente, humildad y humillar tienen el mismo étimo. El problema no es que tenga razón, de hecho, en cuestión de etimologías es bastante certero. El problema es que los bordes se desdibujen y tanta indefinición nos termine arrastrando insoslayablemente por la tierra... al menos, y casi en sus palabras, una involucra a un solo actante, mientras que en la segunda hay dos: uno que ejerce el rol de victimario y otro el de víctima. Parece ser entonces que es cuando ese otro aparece que las cosas se complican.

miércoles, 25 de mayo de 2011

ayer me sorprendió lo cerca que estaban redención y rendición, sigo  pensando en los juegos del lenguaje, en sus guiños traviesos que a ratos nos atraviesan el entendimiento y nos abren la cabeza como un nuez recién madura.

martes, 10 de mayo de 2011

PATAGONIA SIN REPRESAS

Ya ni siquiera se trata de rabia o impotencia... es más bien una pena negra y honda la que hoy se pasea por mí y promete quedarse al menos un par de días... 
Soy de la gente que intenta, que de verdad intenta creer en las personas... creer en que nadie es intrínsecamente malo o dañino, sin embargo, cada día es más difícil convencerse de eso. Porque si lo miras bien, ninguna otra como esta raza nuestra ha sido más autodestructiva. Esa racionalidad de la que tanto nos jactamos está tan aparejada con la ambición, con la competencia descarnada, con la venta de aquello invaluable, con la violencia… se han cometido tantos crímenes enarbolando el raciocinio como argumento de lo injustificable. No deja de sorprenderme la arrogancia de la humanidad, la pérdida del horizonte, la transgresión de los principios básicos que debiera respetar un ser humano que se precie de tal. No es que no lo pueda creer, es quiero negarme a creer que hemos llegado a este punto de la historia.
Hermanos míos, esto hace mucho que es irreversible. Y si la Patagonia ha de tener represas, sin lugar a dudas, sangre y lágrimas será lo primero que sus turbinas movilicen, han otra vez de regar nuestras tierras y sembrar nuestros prados con el efluvio vital de nuestra pena.  
Patria de abúlicos, conjunto de apáticos, indiferentes por cobardía, legisladores canallas, sarta de ambiciosos, jauría de carroñeros,  USTEDES SON TODOS UNOS HIJOS DE PUTA. 

sábado, 7 de mayo de 2011

estar de cumpleaños

siempre es una situación extraña para mí, porque comienzo sabiendo que es un día como cualquier otro (porque efectivamente así es) y poco a poco comienzan a aparecer mensajes y llamadas y señales de humo que me indican que algo está pasando. Y no dejo de sorprenderme cuánto cariño hay a mi alrededor (y también adentro), si bien no entiendo bien la razón de ese cariño, sí soy capaz de agradecerlo profundamente... pienso en que lo único que me interesa hacer bien, no lo hago mal del todo...lo único que sé hacer realmente bien con mis manos es cariño, lo único que mis brazos son capaces de proveer es abrazos de contención y mi boca, cuando no es capaz de proferir la palabra de aliento precisa, al menos sí trata de esbozar una sonrisa comprensiva. Nada más me importa realmente. Quererlos es la forma en la que quiero estar, no sólo estos 25 años años, si no también los 25 siguientes. Y así hasta que un día nos cansemos de querernos.

domingo, 1 de mayo de 2011

DÍA DEL TRABAJADOR

Hace mucho tiempo que pienso que eso que alguna vez se llamó "conciencia de clase" terminó desapareciendo definitiva e inexorablemente de nuestros vocabularios.
No es realmente importante que haya desparecido en términos nominales, pues se trata sólo de eso, de un nombre... y aunque muchos digan o crean que nada tiene una existencia anterior al hecho de se nombrado; en este caso el nombre no tiene ninguna importancia. No al menos para mí, que aunque nada sé de teoría política y mucho menos tengo una idea clara de los avatares de la economía, sí sé que si no eres el dueño de la puta empresa en la que trabajas eres un asalariado más... igual que yo y todo el resto de los que contigo trabajan.

Da lo mismo que te paguen más, que tengas más responsabilidades, que el jefe te dé de espaldarazos cuando se tope contigo en el pasillo...

¿Y sabes por qué da lo mismo? porque como a mí, también a ti te explotan y te roban un poco la vida.

Mientras tú te esfuerzas por ganar una plata que ni siquiera tienes energías para disfrutar, otros se rascan las panzas enormes y se secan el puto sudor con más plata de la que tú ni yo nunca veremos en nuestras vidas... por eso, porque da lo mismo, la próxima vez que te pida que juntos reclamemos por un trabajo bien remunerado y unas condiciones más próximas al trato humano, no me mires con desprecio ni me tildes de revoltoso... recuerda que aquí nosotros somos los imprescindibles, que sin nuestro puto esfuerzo diario ellos ya no podrán darse los lujos que se agencian... mirémoslos con desenfado y acuérdate que tu codo y el mío trabajando uno al lado del otro, tu sonrisa y la mía, mi esperanza y la tuya harán de este juego tan sucio un lugar más llevadero... hasta que un día, después de tanto trabajar y luchar y reír (sobretodo reír) finalmente las reglas del juego cambien y lo harán porque el juego será ese otro juego: uno que ni tú ni yo veremos, pero es el juego por el que DEBEMOS pelear incansables.

NO quiero sus reglas del juego, no quiero pertenecer, ni ascender, ni contribuir con mi trabajo a su puto juego de mierda en el que hay que sacarse los ojos... no quiero más plata, no quiero menos horas de trabajo, no quiero que me cambies las reglas del juego hasta hacerme sentir cómodo, quiero que el juego sea otro y por todo ese anhelo, en tu cara mi ira descubierta, en tu cara mi risa abierta, en tu cara toda mi puta felicidad que no podrás esclavizar.

lunes, 18 de abril de 2011

Hay veces en que todo ocurre tan a prisa que sólo cuando deja de suceder alcanzamos a percibir qué fue lo que sucedió. El presente me da mucho laburo en este momento como para estar pensando en el futuro. No lo manejo con angustia, al contrario, me gusta saber que se trata de un presente tan vívido, de una experiencia tan disfrutada, de un punto de fuga que no converge en perspectiva alguna... ser el transcurso y no la meta, ya no la meta, sino el camino, ya no el destino sino el paisaje, ya no la seguridad claustrofóbica y la estabilidad mansa, más bien la posibilidad vertiginosa que poco a poco va tomando forma y cerrándose, centrándose, convirtiéndose en sí misma... hazme la pregunta adecuada y tendrás tu respuesta correcta.

viernes, 15 de abril de 2011

Letra de canción (intento #1)

Cuando despiertes no estaré aquí
me habré ido del alcance de tus ojos
estaré escondido
en la niebla densa de tu ausencia
y no regresaré más
no volveré a saberte enlazada en mi cuerpo,
desvaneciéndote en la almohada de tanto abrazo
diluyéndote en la liquidez de mis besos.
No volveré.
No volveré para que no me veas yéndome,
no volveré para que no me veas volviendo,
no volveré para que no me veas regresándote
y la victoria se te rebalse por todas partes...

No vuelvo más, no vuelvo más
ya no,  ya no, ya, no vuelvo más.

Si pidieras que todo lo dejara
todo lo dejaría
pero olvidas pedir que me abandone
y la palabra se te aborta en el abismo del labio
y me quedo yo,
 así
con el paso empezado,
con el cuerpo adelantado sobre el pie vacilante
y me quedo yo,
así
con el vértigo de lo no dicho
con la certeza de lo supuesto
con todo eso que solo es promesa.

Por eso
yo ya no vuelvo más.

miércoles, 6 de abril de 2011

la molestia del día

Me molesta que sin previo aviso seas capaz de desconcentrarme
me molesta que vengas a mi casa con pasteles cuando me siento mal
me molesta que traigas medicinas si me enfermo
me molesta que me tomes de la mano cuando vamos a cruzar la calle
me molesta que me abraces y me corones la frente con un beso al despedirnos
me molesta que vengas a estudiar a mi casa
me molesta que me pidas que te acompañe a una maratón
me molesta que laves los platos después de comer
me molesta que me arregles el pelo antes de darme un beso
me molesta que mis amigos te caigan bien y tú a ellos
me molesta que mi perro te haga más caso a ti
me molesta que me invites a lugares que ya conozco y yo quiera ir
me molesta que me hagas subir y bajar cerros teniendo besos por aliciente
me molesta que me cantes las canciones que compones
me molesta que hayas decidido tocar la única canción que me sale bien para que la cantemos juntos
me molesta que te interese mi trabajo y las cosas que hago
me molesta que no notes que me molesta
me molesta que no te moleste
me molesta que te tomes tantas molestias
porque finalmente, no somos más que amigos.

viernes, 1 de abril de 2011

Cenicienta hoy lleva bototos de militar, porque le resultan más cómodos.
La otra está con insomnio hace años, pero no intentará remediarlo: prefiere tener los ojos bien abiertos.
Blancanieves no sólo comenzó a derretirse, incluso está entrando en condensación.
La Bella cree que la bestia no es tan dulce como al comienzo.
Jazmín comprendió que lo de Aladín no era más que una cleptomanía mal tratada.
Como ven las princesas se cansaron y se volvieron escépticas... Entonces
¿Por qué nosotras, las que no tenemos ni ápice de realeza,  aún esperamos príncipes del color que sea?

jueves, 31 de marzo de 2011

viernes, 25 de marzo de 2011

Tengo esas ganas suicidas de sumergirme para siempre en un montón de azucarada nostalgia. Tengo esa necesidad obtusa de mirarme mirando las manos para no ver más que esos surcos ininteligibles que las recorren. Tengo esa sed tremenda de querer dejar de buscar un líquido piadoso que se compadezca de esta necesidad mía. Tengo la paciencia adolorida de tanto perseguir espejismos. Tengo esa sonrisa impertérrita del que ve por primera vez en un rostro desconocido el reflejo del hermano. Tengo esa voluntad quebrantable que se contornea coqueta y veleidosa ante el primero que la halaga. Tengo tantas otras cosas que despreciarme, sin embargo, no estoy aquí para hablar de eso, pues tengo también esa incondicionalidad perpetua y ese querer desmesurado de  quienes han sabido obviar sino todas, mis más terribles imperfecciones. Y para todos esos tengo la inocencia de mi cariño, la lealtad de mis brazos, la fuerza  de mi ira y la severidad de mi coraje. No sé querer de otra manera y, perdonénme si no les parece suficiente, pero es todo lo que tengo para darles. 

miércoles, 16 de marzo de 2011

La situación se vuelve insostenible

cuando no como del todo bien.
Por eso hoy, después de muchos días de evitarlo, me dispuse a preparar una comida como la gente... la verdad, nunca unos tallarines con vienesas y salsa me parecieron tan increíblemente deliciosos. Me gusta saber que aún puedo disfrutar de la humildad de unos tallarines bien hechos.

martes, 8 de marzo de 2011

LAS MUJERES DE MI VIDA

son terriblemente admirables...
No lo digo sólo porque sean  aguerridas y constantes luchadoras, lo digo porque siempre han sabido enarbolar su sonrisa como argumento para enfrentar las dificultades de sus vidas. No importan cuántas veces la situación se vuelva insostenible, ellas siempre tendrán a flor de labios una palabra de aliento, sabrán contenerte entre sus brazos cálidos y sentirás que nada puede ser tan terrible. Esas mujeres me han enseñado cuan incondicionales pueden llegar a ser ellas y su cariño, no importa cuántas sean las veces que yerres mientras aprendas la lección, no importa cuántas barbaridades puedas hacer, siempre y cuando seas capaz de actuar con humildad ante el fracaso. A todas las mujeres de mi vida: la más eterna de las gratitudes, el más sincero de los amores y la más franca admiración.

domingo, 27 de febrero de 2011

salir a flote

me gusta mucho ese momento casi anagnórico en que nos damos cuenta de que hemos creado millones de justificaciones racionales para solventar impulsos neuróticos. Me gusta porque siento que es traer a la conciencia un poquito del inconsciente, porque me hace sentir que todo el entramado semiótico de nuestros discursos internos, no es más que eso, un constructo ficcional que creamos para soportar la simpleza de aquello que no toleramos tan simple. Me gusta porque me puedo reír tranquilamente de lo innecesariamente complicada que soy a veces... entonces me río con más ganas porque descubrí que nada es tan terriblemente complicado o grave, ni siquiera importante, sólo los amores me importan realmente (no diré afectos porque es como una palabra concertacionista y yo ando de extremista y radical con mis amores... los amo y no hay más), y está bien.Lo aseguro.

jueves, 17 de febrero de 2011

esta ciudad se pasea por mí y me recorre
me descubre y recubre con risas en todas las lenguas del mundo
la risa se me escapa de la boquita reseca de tanto otoño consecutivo
la risa me golpea con su vibración y  provoca cosquillitas en los labios
(decir "muy" exagerando la pronunciación para reproducir el cosquilleo)
y no dejo de reirme en los sitios menos indicados
y no quiero ni puedo evitarlo
y si me miras con reprobación allá tú
y tu imposibilidad de reirte de ti por ser tan amargado
nada es tan grave como para no reirse una vez al día
propongo eso: escribamos entre todos "365 razones cotidianas para matarse de la risa"

lunes, 14 de febrero de 2011

Tandem lingüístico

Los últimos días he aprendido que no es necesario llenarlo todo con palabras. Hay alguien que me lo enseñó de la manera más dulce que jamás pude concebirlo, su presencia refresca, trae calma y muchísimas sonrisas a mi boca.

viernes, 11 de febrero de 2011

el cultivo de la frivolidad

es necesario a veces, a modo de terapia digo yo...
Hoy fui a la peluquería y me senté en esas sillas (que suelen ser muy incómodas) para que me lavaran el pelo... y ¡sorpresa! salían de la silla unos rodillitos que te hacían masajes en la espalda mientras te lavaban el pelo (juro que iré de nuevo aunque me quede calva de tanto ir a cortarme el pelo...) y me mimé un rato... me cortaron el pelo y llegué  a mi casa a "hacerme las uñas" (por eso sí que no pago un puto peso o euro o la weá que sea)   y pensé- pienso que no hay nada mejor que hacer este viernes por la noche que peinarme el pelo nuevo, pintarme las uñas y salir a llamar a la Camila, porque me muero de ganas por escucharla...

martes, 8 de febrero de 2011

Escupes tópicos-dijo mientras apuraba su copa de whisky. Nunca antes habían hablado tan en serio, tan desde adentro y él atacaba con tanta violencia. ¿Quién no lo hace, después de todo?- soltó defendiéndose como un gato asustado- siempre he creído que los tópicos lo son porque el sentir humano después de un tiempo acaba repitiéndose, creo que por ahí pasa uno de tus problemas: te esmeras mucho en tu originalidad; yo, en cambio, me resigno a ser como todos-. Se levantó de la silla cogiendo su vaso, se volteó para guiñarle el ojo y lo dejó con la sonrisa torcida y los hielos derritiéndose en el whisky.

lunes, 7 de febrero de 2011

Primero fue el nadal (el viejo pascuero catalán),
después vinieron los reyes  magos con sus camellos...
cuando pensé que ya había pasado lo peor vinieron las rebajas seguidas por las segundas rebajas...
 ahora son los corazones los que se apropian de las vitrinas.
Quiero que quede claro que
 no tengo nada en contra del amor ni ninguna de sus manifestaciones,
pero que sí me opongo a las cristalizaciones de la cursilería
y el consumo desenfrenado travestido de almíbar enamorado.
Tengo los labios agrietados de inviernos consecutivos

sábado, 29 de enero de 2011

Llueve sobre la ciudad

Anoche llovió toda la noche, incluso truenos y relámpagos asomaron por la ciudad...por eso me sorprendió que te aparecieras por mi casa diciendo que venías a  conversar, (aunque sabíamos que la última vez terminamos peleando y nos odiamos durante dos semanas completas...)

Bajé a abrirte la puerta y, porque eres todo lo estúpidamente impredecible que podrías ser, me agarraste de un ala y me sacaste, sin paraguas, a la plaza- tenemos que mojarnos un poco- claro, pensé yo,  porque nos encanta la sensación de la lluvia en la cara, porque somos como dos estúpidos que creen un poco en los símbolos chantas... y todo, probablemente, debe ser culpa de Hollywood...


Nos metimos en la casa, te preparé un té porque venías empapado y pensé que era una bonita manera de pedirte disculpas por la última vez... cogiste la taza entre temblores, te pregunté si querías ropa seca y le pedimos ropa a Javi, mi compañero, nos reímos de lo estrecha que te quedaba su ropa, pero fuiste a darle las gracias... entonces supe que ya estábamos bien...


Hoy en la mañana salí a pasear porque el día estaba soleado y ya no tenía sueño... pensé que tenías razón cuando me dijiste que aquí podemos llover todo lo que queramos de lunes a viernes pero que los fines de semana eran necesariamente de sol, como si hubiera un pacto secreto, pero no tan secreto... cuando volví- trayendo en una mano una bolsa con fruta, mientras con la otra hacía malabares para traerme un bidón de 8 litros con agua (nunca tomar el agua que sale de la llave en Barcelona y alrededores, recuérdalo siempre) y sostener fuerte la cuerda del perro- me asomé y vi que seguías durmiendo, y parecías un niño pequeño y pensé en despertarte para que saliéramos porque el día estaba tan bonito, había tanto sol que quería hacernos el desayuno y comer en la terraza mientras terminábamos la conversación que empezábamos bajo la lluvia.

Pero te dejé durmiendo, sabía que estabas cansado (¿cómo no estarlo?) porque estuviste toda la semana entre libros rastreando una palabra tras otra... y me reí mientras te miraba, pensé en todo lo catalán que te vuelves sin serlo en lo absoluto...

Volví a salir, fui a leer a un parque... volví a hacernos el almuerzo, temí no encontrarte pero ahí estabas haciéndonos el arroz... te volteaste para decirme: ¡esto es todo lo que sé! Te toca a ti hacer el acompañamiento y yo dije que acompañar era una de mis vocaciones...

Arroz con pavo a la soja... tomar té, disfrutar de la soledad de esta casa vacía salvo por nosotros, tú trabajando entre palabras, yo leyendo las de otro para poder encontrar las mías... sin música de fondo, sin más que la tranquilidad de un sábado por la tarde...

Hasta que vuelve a llover con fuerza pero hay sol, son las 5 entonces me voy corriendo a la terraza a buscar el arcoiris (me gustan tanto, me recuerdan recuerdos veraniegos) te grité para que vinieras, nos volvimos a mojar bajo la lluvia y pensé, estúpidamente, en el eterno retorno, en el momento cuando el círculo se encuentra a sí mismo y nos contiene en su interior... y pensé que estaba bien... que no podía ser más que esto... que tener expectativas es siempre lo que impide disfrutar... y me desilusioné un poco porque no estaba el arcoiris y pensé en que también eso podía ser un símbolo...

Tú corriste al salón, te asomaste por el balcón y me gritaste con todas tus fuerzas "¡el arcoiris está aquí!"  aparecí, lo vi y - movida por el impulso más fuerte de estos días- te abracé fuerte y no me dijiste nada... (salvo cuando nos despedimos antes de navidad, nunca antes nos habíamos abrazado,  y para ser sinceros ese abrazo navideño fue una formalidad), pero esta vez también tú me abrazaste y entendí que, por esta vez, estábamos haciendo una tregua...
jugábamos como siempre en el parque, cuando tras un movimiento en falso te caíste al suelo... como somos una suerte de "monos porfiados" apenas me di cuenta que estuviste en el suelo... seguimos jugando y llegó tu madre, te preguntó si estabas bien y recién ahí te pusiste a llorar.

jueves, 20 de enero de 2011

La travesura del día

No sé si les comenté que para ir a la oficina (sí, de repente tengo como 35...) tengo que subir una cuesta muy pronunciada, porque a esa altura  (en Mira-sol) Sant Cugat está, literalmente, entre cerros.... como sea...

El asunto es que hoy, yéndome de la oficina a la universidad (¡esta vida mía por dios!), tomé una de esas decisiones importantes de la vida que tienes que tomar en fracción de segundos porque después lo alcanzaste a pensar mejor y te arrepentiste...

Primero, miré en todas las direcciones: nada; segundo, verifiqué la existencia de la tecnología necesaria en mi muñeca derecha: perfecto; tercero, cogí los colets y me hice los dos cachos altos de rigor; cuarto, volví a mirar para todos lados...

Y me lancé cuesta abajo corriendo con los brazos extendidos hacia atrás (una posición, según yo, muchísimo más aerodinámica y segura que ir con el cuerpo hacia adelante... aunque ¡claro! ya habrán adivinado que se la copié a Aralé, quien a su vez se la robó a Gokú ¿o no se la robó? no creo, porque a los dos los dibujó Toriyama, sería más bien una especie de hipertextualidad ¿no? en fin...).

¿Se acuerdan de lo que se siente correr así cuesta abajo? ¿de esa incapacidad de frenar las piernas, se acuerdan?  ¿de creer que en cualquier momento te irás de hocico al suelo? A mí se me había olvidado un poco la verdad. Hacía un rato que no ejercía el cultivo de este arte sobre esta superficie (como si se tratara de un abierto de tenis), seguí practicando esta disciplina en pasto y arena con- modestia aparte- resultados sobresalientes, pero en cemento hacía mucho que no lo intentaba. Tal vez  se deba a que iba poco a Valpo (cuando vuelva iré/iremos más ¿si?) y en Santiago no solía ir a los lugares con grandes pendientes (también iré/iremos más ¿ya?)...

Retomo...bajé corriendo cuesta abajo con los brazos abiertos ahogada de tanta risa, porque se me metía mucho aire en la boca y más risa me daba y menos podía controlarlo... al terminar el descenso hay que hacer una pequeña curva... la hice tratando de disminuir, infructuosamente, la velocidad; estaba en la faena de controlar mis piernas que insistían en no obedecerme, cuando me encuentro frente a frente con una mujer y sus dos niños pequeños. Los niños y yo nos reímos sacándonos las lenguas  y la mujer sonrió con una de esas posturas de boca que se parecen más a una mueca que a una sonrisa, pero como a mí, hace mucho que dejó de importarme lo que piensan las personas en la calle, me fui riendo con más ganas. Me abroché el abrigo. Me fui corriendo para tratar de alcanzar  el tren que ya empezaba a asomarse por el  andén.

martes, 18 de enero de 2011

cuestión de honor

últimamente me ha dado por escuchar la radio Beethoven  mientras trabajo...  no sé bien porqué la verdad, pero es un hecho que yo con la música docta me concentro un montón...

Lo que quería contarles es que mientras escucho la radio en cuestión, a veces "Sonda" me invita a poner  aprueba mi memoria auditiva... (les explico,  es un "jueguito" de la radio que consiste en que te ponen un fragmento de una obra "conocida" y tú tienes que adivinar cuál es el título y  quién es el autor del fragmento). La cosa es que siempre ponen un pedacito como de 30 segundos después hacen un silencio como de 3 y aparece la voz de locutor diciendo: "¡efectivamente! se trata de la sinfonía número bla bla bla"... y claro! uno se siente como una estúpida porque muy probablemente no le achuntaste...

Por eso lo que pasó hoy rompió todo pronóstico... acerté en el jueguito de "Sonda" y cuando la voz, nada expresiva del locutor (quien no sé por qué se me ocurre que es el desaparecido Patricio Bañados... ¿se acuerdan del programa "El mirador", ese que tenía a ese hombre subiendo una escalera que no daba a ninguna parte como logo? bueno... el conductor de ese programa). Nunca antes había adivinado el nombre correcto, siempre me equivocaba en el número del movimiento o cosas así, pero hoy acerté y no se les ocurre lo puerilmente orgullosa que me siento de eso.

lunes, 17 de enero de 2011

permítanme una mamonería

 
Aquí hay UN PAR  de versos, a mi gusto, brutales... Hagamos un concurso... ¿Quién adivina cuál es ese par?

Besos

PS: el premio es en euros... poquitos eso sí...

domingo, 16 de enero de 2011

el tiempo

pasa demasiado de prisa cuando uno crece...
¿se acuerdan de que cuando éramos niños las vacaciones de verano eran una eternidad sin ver a los amigos del colegio? ojalá también les haya pasado a ustedes y yo no sea la única que sentía que los años eran tan maravillosamente laaaaaargos.

Hace dos días atrás cumplí mi tercer mes en Barcelona y apenas lo he notado... el día antes me junté con un chico (que es un poco mayor que yo y es de "nuestro rubro") y me decía que él apenas había notado cuando cumplió los 30... y que tiene la idea de que la percepción del tiempo se hace exponencialmente más rápida a medida que pasan los años... él decía que tenía la impresión de que ahora hacemos la mayoría  de las cosas como rutinas y que por eso no percibimos el paso y el peso del tiempo, que cuando éramos niños todo lo que hacíamos era como si lo hiciéramos por primera vez y todo era más importante, porque era nuevo, porque era distinto a lo de ayer y etc. etc....

Yo no sé si el tiene razón o no. Lo que sí sé es que una vez ya tuve 80 años, que  hoy  tengo 24 y en unos meses tendré 7... y está bien, porque a fin de cuentas soy una puta cabra chica a la que sí le pesa el tiempo... y se da cuenta de qué hace y qué no hace y se promete que aunque haga por rutina tratará de ser consciente de esa rutina y de disfrutarla porque, mal que mal, es una niña a la que le gusta tener muchas cosas bajo control....

martes, 11 de enero de 2011

el regalo

de los reyes magos me sorprendió muchísimo. Primero, porque ellos y yo no nos conocíamos de nada, nadie me los presentó, ni mucho menos sabía que tendría que darles un balde con agua para sus camellos para que ellos me dieran algún obsequio a cambio; segundo, se suponía que de venir lo harían el 6 y recién ayer  (10) se aparecieron por mi puerta- aunque si se trata de ser justa, el sábado en la noche me avisaron que tenían algo para mí-. Lo que me regalaron fue una novela y un disco.
Me contaron (mientras los camellos bebían ávidamente el agua)  que me regalaban esta novela porque sucedía en mi barrio, para que yo pudiera hacerme una idea de los sucesos mágicos que podrían tener lugar entre mis calles... eso sí, se lamentaban traérmela en castellano porque se perdía un poco la musicalidad del catalán, pero después de revisar minuciosamente la edición consideraron que en castellano no estaba del todo mal, incluso se tomaron la molestia de dedicármela...
Lo del disco fue un tremendo "failed", me dio mucha pena porque se ve que el disco les pertenecía a ellos (a Melchor quizás, se me ocurre que es el tipo de música que le gusta a él) en fin... mi computador tiene mala la unidad óptica así que no está reproduciendo nada de nada... para no hacer sufrir a Melchor- quien, repito, es muy probable que haya sido el autor intelectual de este regalo- busqué las canciones del disco en grooveshark (las maravillas de la tecnología) y lo escuché completo.... una vez que terminé de oírlo confirmé que el catalán es una lengua muy musical y si la acompañas con guitarras, bajos, contrabajos, melódicas, ukeleles y una que otra traversa, la cosa se vuelve exquisita... por suerte me enteré algo de lo que decían las letras, porque los reyes tuvieron la deferencia de darme un disco original con el librito de las letras y todo... así comprobé que las letras eran tanto o más brutales que la música... ahí fue cuando me asusté un poco....
Me dio un poco de miedo que los reyes me dieran regalos que sabían que me gustarían mucho mucho... me preocupó estarme volviendo predecible....no, creo que lo que me da pánico es que me esté volviendo diáfana para ellos. Por suerte sé que no estaré aquí la próxima vez que se aparezcan por la ciudad



sábado, 8 de enero de 2011

Dame cinco  minutos para explicártelo- no, quizás ni necesito tanto tiempo, puede que en dos sea capaz de condensarlo todo para ti- sí, uno estará bien, comienzo: la situación nunca ha sido del todo complicada (salvo las veces en que he querido yo mismo enrarecerlo todo), la verdad no soy capaz de imaginármelo del modo fácil, entonces lo enmaraño para así poder sentir la tranquilidad del caos que ya me es costumbre. Sí, la situación no era difícil: era yo quien no podía soportar el peso de su simpleza.

jueves, 6 de enero de 2011

dominicales

Ayer me bajé de la estación del tren, me dirigí a buscar una bici en el bicing, no había... resignación aparte me dispuse a caminar a paso lento- total iba a casa sin hambre ni sueño- por la Gran de Gracia cuando, sin sospecharlo siquiera, tres proyectiles impactan mi cara. En busca de sangre, asustada,  me toco el rostro y nada de nada, miró al suelo y ahí estan los delincuentes: tres dulces envueltos en coloridos celofanes...

 ¿Qué onda?: "cabalgata de reyes" una suerte de desfile popular en que los niños de los barrios se disfrazan de reyes magos, viejos pascueros, árboles, camellos y demases engendros navideños y se pasean por las calles sobre carros alegóricos... es una fiesta que reúne familias completas, abuelitas y nietos lanzándose dulces, madres recolectando chuches para sus niños que aún no pueden retenerlos entre los dedos.

Así es este barrio, un barrio familiar en el que conozco al almacenero y me pregunta cómo va todo, me habla de su familia, yo le digo que la mía está lejos... me cruzo con el señor del bar de abajo y me sonríe; me topo con la abuelita del centro de tai chi y me da bendiciones.... saco a pasear a la perra y me encuentro con todos sus amigos del club perruno y claro, con ellos a sus amos...paseo en bicicleta hasta la playa escuchando la música más mamona del mundo, me siento en una plaza a leer y me cago de frío, vuelvo a mi casa; me tomo un colacao, me tiro en el sofá, veo una peli, me llama Joan y quedamos para pasear... un par de cervezas, sus risas locas, él que entiende la mitad de mi chileno y yo la mitad de su catalán, terminamos metiéndonos en el único cine en Cataluña que pasa las películas en versiones originales subtituladas... descubrí que mi inglés no andaba del todo mal, pero mi lectura rápida de catalán está fatal...  nos despedimos él camina hacia su plaza, yo hacia la mía y pienso que fue un buen domingo.